Por la pequeña villa de Dima anduve el fin de semana. Montes de pinares, escaladores y un puñado de inspiración se dan cita entre los Parques Naturales de Gorbea y Urkiola. Opíparas comidas por ocho euros y vacas que dan miedo. Como me dijo la anciana de la parada de autobús: "Ondo, ondo".
Fotos de Jorge Jiménez Ríos (www.pelotasdegoma.blogspot.com)
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